DAR Y RESIVIR
Dar y recibir son dos lados de una misma moneda en las relaciones humanas. Al dar, no solo compartimos lo que tenemos, sino que también abrimos espacio en nuestro corazón para la gratitud y la conexión. Recibir, por otro lado, nos permite experimentar la generosidad y el amor de los demás, recordándonos que no estamos solos en nuestro viaje. Este intercambio constante de dar y recibir fortalece nuestros lazos con los demás y nos enriquece tanto emocional como espiritualmente. Al abrazar ambos aspectos, descubrimos que la verdadera riqueza radica en la reciprocidad y en la capacidad de abrirnos tanto a dar como a recibir.